En los países con las rentas más elevadas, se ha estimado que la huella de carbono de los sistemas sanitarios es del 3-10% del total de las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero (GEI). Un informe reciente reveló que el NHS produce el 5,4% de las emisiones de GEI del Reino Unido. Esto representa el 25% del total de las emisiones del sector público, equivalente a las emisiones de gases de efecto invernadero de 11 centrales eléctricas de carbón, que no es mucho menor que las de la aviación, la agricultura, la silvicultura y el uso de la tierra en el Reino Unido (cada una de ellas con un 6,5%).
Los hospitales son el principal contribuyente de GEI dentro del sistema sanitario, con más del 50%, que se ve incrementado por otros factores indirectos como el transporte de pacientes y trabajadores sanitarios. A su vez, el mayor contribuyente de GEI en los hospitales es la energía consumida por los sistemas de HVAC (es decir, calefacción, ventilación y aire acondicionado) que asciende al 57% según algunos estudios. De hecho, se estima que estas infraestructuras de gran peso no están correctamente gestionadas en los hospitales, lo que da lugar a un despilfarro crónico de energía.
Los bloques quirúrgicos son la unidad de mayor demanda de energía en un hospital, consumiendo alrededor del 20-40% del gasto total de energía. Se requiere un control estricto de la temperatura, la presión del aire y la humedad en estas unidades para contener la contaminación microbiana, lo que resulta en un gasto significativo de energía para el hospital. Por lo tanto, cualquier oportunidad para optimizar el consumo de energía es crucial. Un ejemplo dentro del marco del proyecto OR4.0 en uno de los bloques quirúrgicos del hospital de la Vall d’Hebron mostró cómo, gracias a la información sobre la localización de los pacientes en tiempo real, era posible obtener condiciones climáticas individualizadas y en tiempo real para varios quirófanos, al mismo tiempo.
Los resultados obtenidos son sorprendentes, revelando un ahorro de energía en la unidad de cirugía de hasta el 30%, más de 2000MWh anuales, y una reducción del gasto de 150.000 euros, es decir, 8.000 euros por quirófano.
Además de centrarse la mayor parte del tiempo en mejorar el rendimiento quirúrgico y ayudar a reducir las listas de espera, esta configuración muestra cómo las soluciones inteligentes diseñadas por MYSPHERA pueden transformar los hospitales en organizaciones de alta eficiencia energética. Según nuestras estimaciones, la implementación masiva de una innovación como nuestro GREEN OR4.0 llevaría a una reducción de la huella de carbono de los hospitales de entre el 5 y el 10%. MYSPHERA se ha comprometido a ayudar a las organizaciones sanitarias a alcanzar los objetivos establecidos por el Acuerdo Verde Europeo.