Habiendo dejado atrás el estado de alarma y las diferentes fases de desescalada, poco a poco España va entrando en la llamada ‘nueva normalidad’. Una normalidad marcada por las mascarillas, la higiene de manos, la distancia social y, sobre todo, las consecuencias que ha dejado consigo la pandemia. Unas secuelas que afectan a todos los ámbitos sociales, pero que se ha cebado especialmente con el sanitario con consecuencias tan visibles como la saturación de las listas de espera.
A la triste pérdida de más de 25.000 personas que se ha llevado consigo la pandemia, hay que sumar el sobreesfuerzo de la carga de trabajo y las secuelas psicológicas de todos los profesionales que se han enfrentado en primera línea a la pandemia, las consecuencias económicas derivadas de los meses de parón y los obstáculos que supone la nueva normalidad para ciertos negocios y los retos que supone volver a poner en marcha, al mismo ritmo, un sistema sanitario muy afectado.
Las listas de espera quirúrgicas han sido uno de los elementos que más se ha resentido durante esta crisis, no solo durante los peores momentos con cancelaciones y aplazamientos de operaciones, sino ahora con la “nueva normalidad” que supone retomar esos procesos que ya venían lastrados de antes.
Según el Instituto de Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada, las listas de espera batieron récord con 671.494 pacientes en junio del año pasado. De esos pacientes, 15,8% debía esperar más de seis meses, los datos más altos del sistema desde 2003.
Unas cifras ya de por sí preocupantes que ahora, tras los meses de cese de toda la actividad no urgente y el retraso de las consultas externas y pruebas diagnósticas estas listas podrían incluso triplicarse. Y es que, según un estudio publicado en la British Journal of Surgery, se estima que las 12 semanas de parón obligado han supuesto el suspenso del 72% de las operaciones no urgente, alrededor de 28 millones en el mundo. Dentro de esos datos, el 81% han sido cirugías benignas, 37,7% operaciones de cáncer y un 25% de cesáreas. Según las predicciones de esta publicación, incluso aumentando un 20% el volumen quirúrgico normal, volver a recuperar las cifras de espera de antes de la pandemia llevaría alrededor de 45 semanas.
Estos datos auguran una ‘nueva normalidad’ de las listas de espera que, sin duda, es alarmante y va a provocar cierto caos sanitario con consecuencias directas en pacientes y profesionales.
La problemática que supone el aumento de las listas de espera
Por un lado, los procesos se están retomando actualmente con cierta precaución, dado que todavía existen altas probabilidades de rebrote en los centros sanitarios y exponer a ciertos pacientes debe tenerse en consideración. Sin embargo, estos riesgos deben sopesarse junto con los que supone relegar cierto tipo de operaciones quirúrgicas y tratamientos.
Por otro lado, también existe el riesgo de que la demora en el tratamiento de enfermedades benignas como resultado de cancelaciones relacionadas con una pandemia provoque el deterioro de las condiciones de los pacientes, aumentando la discapacidad y reduciendo su capacidad de trabajo.
Dos problemáticas que se unen a que las instalaciones sanitarias todavía están limitadas por la pandemia y la coincidencia de la “nueva normalidad” con el periodo veraniego, periodo donde más personal se encuentra de vacaciones, especialmente tras la sobre carga de esfuerzo de los últimos meses.
Recursos, optimizar procesos y digitalización: las soluciones para evitar el colapso de las listas de espera médicas.
Desde la publicación de la BJS alientan a los Gobiernos a invertir en recursos que ayuden a reducir los tiempos de espera, así como expertos y profesionales señalan que la solución no debe ser a corto plazo. “No podemos abordarlo con visión cortoplacista porque tenemos que recuperar la actividad, los profesionales tienen que descansar y no sabemos si vendrá un segundo rebrote que habrá que atender”, valora, en el medio El País, Rocío Cebrián, subdirectora asistencial del Vall d’Hebron de Barcelona.
Si bien es cierto que no existe una solución instantánea, la inyección de recursos es vital. Unos recursos que deben apoyarse en la tecnología y la digitalización, herramientas que pueden ser vitales a la hora de optimizar procesos y eliminar carga de trabajo de los profesionales. Además, la solución debe conseguir afrontar los dos frentes que dificultan la tarea:
• Controlar los brotes de COVID-19 para mantener seguros a los pacientes.
• Aprovechar al máximo los recursos hospitalarios con una buen control y planificación de procesos unido a la automatización de tareas que mejoren la coordinación de los equipos.
MYSPHERA en su esfuerzo por llevar la digitalización y la tecnología IoT a un área tan importante y con una necesidad tan grande de recursos, apuesta por una solución completa como ORVital, que puede complementarse y ampliarse para sumar seguridad con Atlas.
MYSPHERA ORVital
Una solución bluetooth, basada en tecnología de localización en tiempo real (RTLS) que permite tanto la visualización de procesos quirúrgicos como la optimización de los mismos.
ORVital permitiría la optimización de los procesos quirúrgicos teniendo en control total y real de lo que ocurre (cancelaciones, retrasos, etc); automatizando tareas de coordinación entre el personal (traslados, limpieza, necesidades de material, etc); y el conocimiento en tiempo real del status de cada paciente (localización, estado del proceso, historial, etc).
¿Qué permite ORVital?
• Control en tiempo real de la planificación: Visualizador programación quirúrgica vs ejecución: Ofrece información el tiempo real del cumplimiento de la programación quirúrgica, para que un gestor pueda tomar las medidas necesarias de reorganización el trabajo en tiempo real de manera que les permita aprovechar al máximo los recursos disponibles.
• Control de pacientes diarios: Facilita las tareas administrativas y el acceso a información del paciente relativa al proceso: Posibilita un mayor control del flujo de los pacientes, de forma que se puedan reducir los tiempos de espera del proceso y permita una coordinación más sencilla a la de dicho flujo, de forma que personal como las supervisoras y enfermería de URPA puedan disponer más tiempo para la atención del paciente.
• Sala de Espera Virtual: App destinada a los familiares que les permite conocer en tiempo real el estado de su familiar, así como comunicaciones y notificaciones por parte de los profesionales sanitarios.
• Control operativo en el quirófano: Facilita las tareas operativas y de coordinación con otras áreas dentro del quirófano de forma que el personal que trabaja en él, principalmente enfermería y auxiliares de enfermería, reduzca el tiempo necesario para la realización de dichas tareas y aumente su disponibilidad de tiempo asistencial.
• Búsqueda de pacientes: Facilita el acceso a información del paciente de forma que los gestores del bloque puedan conocer detalles del proceso por el que ha pasado.
• Gestión centralizada de camas de URPA: Permite la gestión óptima de las camas de preparación y recuperación para evitar que sean un cuello de botella en el proceso, así como garantizar la seguridad clínica del paciente.
• Traslados de pacientes: Facilita la coordinación de los traslados de los pacientes en el proceso quirúrgico, haciendo más eficiente la coordinación de los distintos actores (enfermería de URPA, de quirófanos y externa, y celadores) a la vez que se disminuye el nivel de ruido del bloque quirúrgico.
• Soporte de celadores a URPA y Quirófano: Facilita la comunicación entre personal de URPA y Quirófano y los celadores, para poder coordinar de forma eficiente las tareas de soporte realizadas por los celadores para las zonas de URPA y quirófano.
• Limpieza de quirófano: Facilita la comunicación entre personal de quirófano y el de limpieza, para poder coordinar de forma eficiente las tareas de limpieza del quirófano, y de esta forma disminuir el tiempo de preparación entre intervenciones.
• Control de energía del quirófano: Ofrece la capacidad de cambiar de forma automática entre modos de bajo consumo y de mayor consumo dependiendo de la actividad detectada en el quirófano en tiempo real, con el objetivo de ahorrar costes de energía (de magnitud de 100K€) con el consecuente beneficio para el medioambiente.
Para sumar seguridad, este sistema se completaría junto con: MYSPHERA ATLAS
La combinación de ambas soluciones no solo permitiría conocer la localización de los pacientes y el estado de los procesos, sino que además permite obtener la trazabilidad de contactos de riesgo por tiempo de exposición y contacto.
Una solución creada para ayudar a controlar la pandemia y controlar los posibles rebrotes de una enfermedad que tardará un tiempo en estar controlada totalmente. MYSPHERA ATLAS es una solución APP dedicada a proteger a personal sanitario y pacientes dentro del centro hospitalario, llevando un registro de los contactos entre profesionales y pacientes. Un registro, que en caso de existir un algún caso descontrolado de COVID-19, permitirá conocer todas aquellas personas que han estado expuestas en diferentes niveles que pueden ser por tiempo de exposición, tipo (profesional-profesional, paciente-paciente, profesional-paciente),…