Desde nuestro nacimiento en 2012, nos hemos centrado en desarrollar sistemas y soluciones que ayuden a transformar la sanidad hacia la digitalización. Una digitalización cuyo único fin es mejorar tanto el trabajo de los profesionales médicos como la atención que reciben los pacientes. No es más que aplicar la tecnología que ya tenemos a nuestro alcance para crear un sistema sanitario mucho más eficiente con sus recursos actuales y sostenible a largo plazo.
Nuestros primeros pasos fueron con soluciones de localización en tiempo real (RTLS), no obstante, lo aprendido durante su implantación y funcionamiento en hospitales como La Fe de Valencia nos permitió ir un paso más allá y desarrollar un sistema mucho más complejo y completo: ORvital. Una solución que va mucho más allá que un RTLS tradicional con multitud de aplicativos para sistemas sanitarios, destacando especialmente la orquestación de procesos.
En numerosas ocasiones hemos explicado ya las ventajas que aporta ORvital, cómo puede ser de gran valor para los profesionales y los pacientes, e incluso el gran papel que puede tener en la lucha contra la pandemia y sus consecuencias. No obstante, en esta ocasión queremos profundizar en el concepto.
¿Qué es la orquestación del proceso quirúrgico y cómo potencia el flujo de pacientes?
Nuestro concepto de orquestación no es más que un sistema inteligente capaz de coordinar los procesos que se llevan a cabo dentro del área quirúrgica por cada uno de los equipos que intervienen. De este modo es posible aplicar reglas y lógicas que sean capaces de mejorar los flujos de trabajo mediante tareas e información accesible para los diferentes profesionales. De esta manera, todo el proceso del paciente desde que ingresa hasta que termina su operación es controlado por el sistema, que es capaz de mostrar la información necesaria y adecuada a cada persona para que puedan ejercer su labor lo más rápido y eficaz posible.
Llevando el concepto a la práctica, a continuación, contrastamos cómo funciona el proceso quirúrgico tradicional y cómo lo haría un quirófano orquestado.
En un escenario de quirófano tradicional el supervisor del Bloque Quirúrgico se encarga de controlar la circulación de pacientes, garantizar la dotación de recursos básicos estructurales, control de los procesos enfermeros y de los circuitos dentro del Bloque quirúrgico.
De este modo, él debe ser la persona que esté pendiente de cada uno de los procesos que se realizarán dentro de una jornada normal de trabajo y coordinar a todos los equipos que intervienen.
Por ejemplo, el supervisor debe estar pendiente de cuando se termina una operación para avisar a los celadores de que trasladen al paciente y posteriormente al equipo de limpieza para preparar el quirófano para la siguiente intervención.
Así mismo debe estar atento a cuando se terminan las labores de limpieza para informar al equipo de pre-operatorio de que ya pueden traer al siguiente paciente.
Por otro lado, también debe ser consciente de los retrasos y poder gestionarlos de la forma más eficiente posible para que afecte lo mínimo posible a la atención del paciente.
Cada equipo por su parte también deberá estar atento a las diferentes necesidades y cambios que se dan durante el proceso, un trabajo al cual se suma ir informando puntualmente a los familiares del estado de los pacientes.
Esto significa que la comunicación y la coordinación es vital, una combinación que es difícil de conseguir al hacerse de forma verbal y con todo el ajetreo que supone un área como el BQ.
Precisamente ahí es donde la orquestación de quirófanos a través de ORvital puede ser un apoyo fundamental para todos los equipos que intervienen.
Y es que nuestra solución IoT-RTLS no solo aporta la localización de los pacientes y su estatus, sino permite crear tareas de forma automática cuando la localización de estos o su estado cambia. De esta manera, cuando desde quirófano se cambia el estado del paciente, los celadores reciben inmediatamente la alerta para hacer su traslado, y a su vez, el equipo de limpieza recibe el aviso para poner a punto de nuevo el quirófano.
Además, el sistema permite conocer el tiempo real a los familiares, a través de pantallas informativas y una aplicación móvil, el estado de los pacientes. De este modo se evitan así las interrupciones a los profesionales, y, además, es posible enviarles mensajes para agregar más información.
Pero la orquestación del quirófano empieza incluso antes…con ORvital y su función de programador quirúrgico es posible crear la programación del BQ de forma rápida, eficaz y eficiente en base a los parámetros que el hospital seleccione: tiempo máximo de listas de espera, pacientes en espera, quirófanos disponibles, etc.
De esta manera se crea una planificación real y ajustada al máximo a los recursos y persona, minimizando así retrasos y cancelaciones de última hora.
A todo esto, hay que sumar la capacidad de ORvital para supervisar las condiciones ambientales de la sala de operaciones. Lo cual en hospitales como el Vall d’Hebron ha permitido un ahorro de energía en la unidad de cirugía de hasta el 30%, más de 2000MWh anuales, y una reducción del gasto de 150.000 euros, es decir, 8.000 euros por quirófano.
Sin duda, organizar, controlar y coordinar todos los procesos que intervienen en el Bloque Quirúrgico es una labor completa. No obstante, gracias a la localización en tiempo real, los sistemas IoT y la orquestación de procesos es posible llevar a cabo el trabajo con muchas menos interrupciones, una comunicación más coordinada que evita llamadas innecesarias, mejor gestión de los recursos y minimización de cancelaciones y retrasos.
En definitiva, la orquestación de quirófanos que permite ORvital aporta un bien muy escaso dentro de los hospitales y que es fundamental, tiempo. Un tiempo muy necesario para que los profesionales sanitarios puedan dedicarlo a lo que más importa, los pacientes.