Skip to main content
Noticias MYSPHERA

Fuente: Las Provincias / La Vanguardia / El confidencial

Con la vacunación ya en marcha, pero con la COVID-19 todavía presente y patente en muchos hospitales, comienzan a conocerse algunos de los datos más preocupantes de la pandemia. Y es que además de las víctimas directas, los daños colaterales son patentes en muchos pacientes que han visto como sus cirugías no urgentes han sido canceladas. Unas intervenciones que han ido engrosando cada vez más las listas de espera hasta llegar a unas cifras difícil de asumir para un Sistema de Salud Nacional muy lastrado.

Un ejemplo de ellos son los últimos datos ofrecidos por profesionales como el presidente de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), Salvador Morales-Conde, o el presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), Javier García, quienes explican que el total de cirugías no esenciales suspendidas se estima en un 70% más que en año anteriores. Además, ambos subrayan las consecuencias que estos retrasos están provocando en la salud de los pacientes, como en el caso de las patologías cardiacas donde se ha aumentado notablemente la mortalidad pasando del 4,2% en 2019 al 8,2% en 2020.

Unas demoras quirúrgicas que van a requerir de un enorme esfuerzo. Y es que tal y como afirman ambos, para poder volver a la normalidad y a los estándares quirúrgicos pre-pandemia se debería incrementar un 30% la actividad. Y aún con ese incremento serían necesarias 48 semanas para revertir la situación.
Ante esta situación han surgidos diversos planes de acciones que pasan por aumentar los recursos y el personal, abrir quirófanos por las tardes y fin de semana o incluso colaboración entre la sanidad pública y la privada.

Sin embargo, es precisamente esta la mejor oportunidad para poner a prueba la valía de las herramientas digitales. Diversos organismos, entre ellos la propio Unión Europea, apuesta por la transformación tecnología del sistema sanitario como una solución no a corto plazo. Sino como un refuerzo vital para unos profesionales que se esfuerzan cada día para protegernos a todos y sobre los cuáles no puede recaer de nuevo la responsabilidad de retomar las cifras pre-pandemia.

¿Cómo incrementar al menos un 10% del rendimiento quirúrgico a través de la tecnología?

Lograr mejorar la eficiencia de los recursos, optimizar el trabajo de los sanitarios y, por tanto, mejorar la atención a los pacientes es el principal objetivo de MYSPHERA. Un objetivo que se ha conseguido a través del sistema ORvital.

Una plataforma inteligente y polivalente de orquestación del proceso quirúrgico que ya ha ofrecido resultados satisfactorios en aquellos centros donde se encuentra implantada.

Destacan los resultados conseguidos en el Hospital Vall d’Ebron donde tras un año con el sistema operativa se consiguió:

Pasar de un 70% de rendimiento quirúrgico al 80%
• Un aumento de un 10% que equivaldría a un año de 13 meses

¿Cómo se consigue?

A través de un sistema RTLS – IoT compuesto de tres elementos fundamentales:

Programador quirúrgico: Un sistema que permite automatizar gran parte de la programación quirúrgica. Una tecnología capaz de reducir el tiempo de preparación y organización y resta carga de trabajo a los profesionales.

Orquestador de Procesos: El sistema no solo permite visualizar las tareas y procesos en marcha, sino que además es capaz de automatizar tareas entre los diferentes equipos de trabajo que intervienen dentro del bloque quirúrgico.

Sala de Espera Virtual: Menor interrupción de los profesionales por parte de los familiares que se mantienen de forma constante informados a través de paneles y una App.

Leave a Reply

Save time.
Improve care.